Relato corto

En un pueblo donde los ogros reinan, los ciudadanos son pequeños e indefensos frente a la enorme fuerza de estas grandes bestias. Se encuentra una pequeña llamada paloe, que con tan solo 6 años, seguía las reglas de los ogros al pie de la letra.

Ella fue creciendo lentamente en el paso de los años hasta llegar a los 12, donde su vida cambiaria repentinamente. Un día, paloe estaba junto a su madre en un comercio, comprando una trucha asada para la cena, cuando de pronto un chico de aproximadamente unos 15 años paso velozmente junto a  ella y tocando su bolsillo con un ligero roze. La pequeña niña ni cuenta se dio, y es así como prosiguió con su camino por el comercio que ocupaba la mayor parte de su pequeño barrio.
Al llegar a su hogar y querer posar su rainet sobre el aparato que se encontraba del lado izquierdo del detector de ogros, cayó en la cuenta de que este no estaba en su bolsillo. Una ansiedad se albergo en todo su cuerpo haciendo que su respiración cada vez fuese más entrecortada. Asustada le comento a su madre la cual se encontraba detrás de ella esperando que habrá la puerta.
-¡Madre, eh perdido el rainet.!
-¿Como?- Pregunto su madre confundida.
-¡Que me lo han robado!.
Así fue como paleo vio la cara de su madre más demacrada y envejecida como si ese suceso le hubiese adelantado 5 años más.

-Chh Chh- Se escucho resonando por todo el pequeño halla de entrada
Paleo y su madre se voltearon asustadas. Un hombre de aproximadamente 20 años encapuchado se encontraba parado junto a la puerta por la cual momentos antes ellas habían utilizado para entrar al hall.
-Buscaban esto?- Dijo en tono jugeton mientras enseñaba que entre sus dedos colgaba el rainet.
-Devuelvelo ya!- Grito su madre aparentando valentía que no poseía
-Jajajaj...- Se rió en todo descente.
Acto seguido saco algo de su chaqueta y paleo no pudo oír y divisar nada más que una explosión y el cuerpo de su madre cayendo. Su cabeza en quedo en blanco y lo único que pudo pensar era en el asesinato.
La pequeña niña de tan solo 12 años se encendió como quien enciende la mecha del TNT y no hubo vuelta atrás.
Sus manos comenzaron a brillar desprendiendo haces de luz amarillos. Luego las piedras del diminuto hall comenzaron a volar a su alrededor, se había convertido en la bruja que todos esperaban ansiosamente para derrotar el poder de los ogros.


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